Antes Vic, mi ex marido, era mi todo. Toda mi vida se centraba en el.
Mi amiga Gimena me dijo que yo tenía una especie de simbiosis con él. Nunca me dí cuenta. Un día el resolvió dejarme y me dieron ganas de dejar de vivir.
Hace un año y medio aprendí a no depender más de el. Para ello debí acudir a varias sesiones de psicología. Con una excelente terapéuta llamada Natalia Korsun, ella es adventista.
En la vida de mi actual novio "Marcelo" su mamá es su todo.
Me agrada que la cuide y la trate bien. Pero creo que él aún tiene ésa simbiosis como yo tuve con mi ex, el la tiene con su mamá.
Nuestros padres son importantes y merecen respeto, pero no deben interferir con el tiempo o espacio que le dedicamos a nuestras parejas.
Comprendo a mi suegra, sé que está sola, sin su marido, ya que falleció hace años. Entonces intenta pasar todo el tiempo que puede con su hijo amado.
En éste caso el todo de ella es su hijo, Mar. Quizás ella también esté haciendo simbiosis con el, pero no se da cuenta.
Todo humano procura tener alguien, ser de alguien o servir alguien. Todos tenemos un todo.
El problema se da cuando ése todo desaparece, sea por lo que fuere.
With panic attack: En éste momento mi todo es Marcelo!.
Quisiera que no se convierta en mi Dios. Y que Dios sea mi todo algún día. Ojalá fuera así para todos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario