lunes, 24 de febrero de 2014

Analizándonos cap. XII :


Yendo a comprar :

(El  Domingo van a comprar artículos de electricidad para un trabajo de Ming y también para ellos.)

Ming:  Y si tomamos el colectivo hasta la avenida Mitre ?

Lorraine:  No, hoy es Domingo esperar en la parada por 10 cuadras es perder tiempo, hoy los colectivos vienen más distanciados, mejor vamos caminando que hacemos más rápido.

Ming: Bueno, pero si vemos venir el colectivo lo tomamos ?

Lorraine: No amor.

Ming:  Pero es que vamos a transpirar de nuevo y recién nos bañamos.

Lorraine:  (sonríe), Ah era por eso ?

Ming : Sí, yo no quiero estar transpirado de nuevo.

Lorraine: Caminemos más lento. Qué colectivo tenemos que tomar ?

Ming:  El 407.

(Llegan a la parada y se sientan a esperar.)

Lorraine: Ya pasaron varios colectivos y el nuestro aún no viene.

Ming:  Si, ya va venir. Si no tomamos otro que nos acerque un poco a Munro y de allí el 407, allí tenemos más opciones de colectivos.

Lorraine:  Bueno, te quiero contar algo, hace varios atrás, cuando yo trabajaba en el jardín de infantes e iba a la otra iglesia, tenía la costumbre de nunca decir que no a los favores. Eso tenía que ver con la enseñanza religiosa que yo había aprendido allí, los pastores nos enseñaban que para ser un verdadero cristiano, uno debía servir todo el tiempo, basándose en el versículo que los obreros son muchos pero la mies es poca.
Haciendo de ese modo, yo pensaba que hacía bien. Pero a veces me veía involucrada en tantas cosas, haciendo tantos favores en el trabajo, que me quitaban tiempo para hacer lo mío.
Entonces un día empecé a pensar en mi y empecé a decir que no a quienes siempre les había dicho que sí, a quienes yo había mal acostumbrado, porque a veces la gente no es que no puede hacer las cosas por sí misma, sin importar la edad, si no que le resulta cómodo pedirle a otro y es un error hacerle las cosas a ésas personas que por si solas lo pueden hacer, es uno quien es cómplice de ese comodismo ya que uno las habituó así pretendiendo ser buen cristiano o buena persona. Por eso te digo que la religión te puede inducir a realizar actos que no son a veces los mejores o los más racionales, ya que la interpretación de la Biblia varía de una iglesia a otra, al final de cuentas es subjetiva.
El tema es que eso yo no lo sabía hasta que cambie de iglesia y mi razonamiento fue otro, en la iglesia adventista se le da importancia a la psicología y la manera de enseñar a los niños a hacer las cosas por sí solos, esto abrió mi mente, ya que hay varios adultos pretendiendo ser servidos como niños.
Desde el momento que yo empecé a cambiar mi conducta,  me empezaron a mirar distinto y no entendían el por qué de mi cambio. Durante muchos años oí decir que me comparaban con un ángel, incluso mi hermano mayor, el primer hijo de mi papá, me decía así.
Un día la secretaría del jardín me pidió realizar una tarea de limpieza minuciosa en su oficina, no estuve de acuerdo, ya que entraba y salía gente y me justifiqué diciendo que ésa tarea debiera habérmela pedido durante el receso escolar que había sido recientemente, pero no me habían dejado la llave de ésa oficina de dirección, quizás pensaban que yo era de bajos recursos y temieron por la caja fuerte de la cooperadora, quién sabe, pero otros años me habían dejado la llave.
Me sentí sobrecargada de responsabilidades y con la obligación de tener que complacer los antojos de mis superiores, órdenes que me parecían absurdas. Ya que en época de clases, sonaba el timbre, los niños bajaban al almuerzo y debía hacerme cargo de la limpieza de las salas y otras cosas.
Con mi oposición se notó mi enojo y su descontento, decidió preguntarme qué me estaba pasando afirmando que yo no era así. No le expliqué el por qué. Estuvimos unos días enemistadas. Accedí a ésa tarea pero después empecé a decir que no a favores en los cuales yo no era imprescindible. Aunque en ése caso era mi tarea, mi obligación, no comprendí su inoportunismo, sin embargo le hice caso.. Ya no era la misma persona, ya no era sérvil, nadie lo entendía, pero yo comencé a experimentar la justicia, y ya no más eso decir que sí a todos.

(Ming la escucha atentamente.)

Lorraine:  Esto que te cuento es para explicarte que yo antes era como vos, no podía decir que no a la gente y eso muchas veces me traía inconvenientes, lo mismo que te sucede a vos cada vez que no te animas a decir que no.

Ming:  Ay mi amor. Pero qué te dijo la gente cuando cambiaste ?

Lorraine: Que no me reconocían. Que era otra persona. Y estaban convencidos que algo me había pasado. En síntesis, hoy puedo decir que el humano cambia sus comportamientos, a medida que ve que éstos les afecta. Y así sucedió conmigo.

Ming:  Tanto te afectaba ?

Lorraine: Al principio no me daba cuenta que me afectaba, pero después me dí cuenta que primero hay que cuidar de sí mismo y después de los demás.

Ming:  Y si claro.

Lorraine: Cumplir con lo propio y después si se puede hacer favores a los demás. Es como te pasa a vos con tu vieja,con tus amigos y conmigo. Te cuesta decir que no, cuando de antemano ya tenes planificada otra cosa. Tengo razón?

Ming:  Si mi amor.

Lorraine: Yo antes pensaba que solo me fallabas a mí, pero después me dí cuenta que te cuesta con todos. Espero que cambies, porque ésta conducta no te hace bien a vos, ni a la gente que le fallas. Qué opinas ?

Ming:  Que creo que tenes razón.

Mirá allá viene un 41, tomamos ése hasta Munro y luego el 407 o 314 que pasan por la misma parada.

Lorraine: Dale.

(Suben al colectivo está prácticamente vacío, llegan en 7 minutos a la otra parada.)

Lorraine: Bueno a esperar, esperemos llegar antes que cierre, quizás cierre a las 9 pm y zafamos.

Ming : Tranquila amor vamos a llegar.

(A los minutos viene un 407 que los lleva hasta San Isidro, allí bajan.)

Lorraine: Vamos antes que cierren.

(Caminan por la playa de estacionamiento y al llegar a la entrada, Lorraine lo primero que hace es mirar el horario de apertura y cierre.)

Lorraine: El cartel dice hasta 10 pm, zafamos. Agarramos un carrito para poner las cosas ?

Ming: Mmm, no sé.

Lorraine: Están afuera, traelo vos por favor.

(Ming empieza a elegir llaves de luz, Lorraine se siente ajena al lugar, ya que considera que es un lugar propio de los hombres, mira todo a su alrededor y se empieza a aburrir. Al pasar por un pasillo visualiza algunos veladores.)

Lorraine: A ver, son lindos pero están muy caros.

Ming:  En el otro pasillo hay más.

Lorraine: Ahí me fijo.

(Lorraine mira los precios de los veladores, con ganas de comprar uno para la mesa de luz de Ming.)

Ming: Vamos mi amor ya agarré lo que necesitaba.

Lorraine: Esperá que encontré algunos veladores.

Ming:  Vas a comprar alguno ?

Lorraine: Sí, claro, para tu mesa de luz. Que por cierto todavía no es de luz, pero lo será. (Sonríe)

(Lorraine elige un velador bien moderno color negro.)

Lorraine: Listo éste es para vos.

Ming: Gracias mi amor.

Lorraine: Y ahora dónde vamos ? Qué falta ?

Ming: El aislante para el aire acondicionado y el cemento rápido.

Lorraine: Ah bueno. Y los cueritos, uno para la canilla de la cocina.

Ming: Cierto.

(Recorren y compran lo necesitado, ella paga y se van a tomar el colectivo.)

Lorraine: En fin ya tenemos todo. La parada no es en frente de donde bajamos hoy ?

Ming: No, es unas cuadras más adelante.

Lorraine: Estas seguro ?

Ming: Si, haceme caso.

Lorraine: Ya hicimos 2 cuadras y media y no pasamos ninguna parada, creo que yo tenía razón, porque generalmente las paradas de idas y vueltas de colectivos están enfrentadas.

Ming: Creo que ya la pasamos entonces. Mejor volvamos.

Lorraine: Bueno. Preguntale a ésa gente que viene.

Ming:  Saben dónde es la parada del 407 que va a Munro ?

Transeúnte: No la verdad que no, pregunta en la estación de servicio.

Ming: Bueno gracias igual.

Transeúnte: De nada.

Ming: Me parece que es en la cuadra que pasamos antes.Donde está el mástil de luz.

Lorraine: Bueno.

Ming: Acá debe ser me parece.

(Justo se aproxima una pareja con dos  niñas y hace la fila para tomar el colectivo. Al rato vienen dos perros, uno negro y dócil y otro rubio, viejo y algo gruñon, el primer perro se acerca a las niñas como pidiéndoles los pochoclos que estaban comiendo, una de ellas lo echa, entonces viene el otro perro y le ladra a la niña, se cansa de ladrar y se va.)

Lorraine: Mi amor vos serías el perro negrito, aunque está un poco gordo. (Ríe).

Ming: No vos serías el perro negrito.

Lorraine: No, yo sería el perro rubio, el gruñon. Se enojó porque la nena le hizo frente al perro negro, le ladró y se fue, así como yo que me enojo fácilmente.

Ming: Bueno puede ser, tu raza es así.

(A los minutos vuelve el perro negro insistiendo por comida, ésta vez la nena le da pochoclos.)

Ming : Al final consiguió lo que buscaba, viste, esperó tranquilo y lo logró.

Lorraine: Por eso digo, ése sos vos mi amor.

(Ming ríe. Suben al colectivo y se sientan en asientos individuales, Ming va adelante de Lorraine, ella le empieza a acariciar el cabello, apoya su codo entre el espacio de la pared del colectivo y el asiento, quiere sacar su brazo y se le traba).

Lorraine: Ay mi amor, no puedo sacar el brazo.

(Ella forcejea para sacarlo, siente dolor y lo afloja. Ming se levanta y toma el respaldo plástico  del asiento, hace fuerza y lo corre un poco, aunque Lorraine logra sacar su brazo poniéndolo como estaba en la posición inicial, extendido y no doblado, por suerte pudo razonar ante el susto. Ming se ríe.)

Lorraine: No te rías me dolió.

Ming: Bueno es que cómo vas a poner el brazo en ese lugar.

Lorraine: Fue sin darme cuenta, me relajé y encajó ahí.

Ming:  Sirvió que corriera el asiento ?

Lorraine: No sé. Yo lo que sé,es que me tranquilicé, pude recordar cómo había entrado el brazo ahí y lo puse en ésa posición para sacarlo.

Ming:  Ay mi amor, pobrecita ella.

Lorraine: A mi hermano le pasó algo parecido pero con su cabeza cuando tenía 9 años, su cabeza quedó atrapada entre los hierros de una ventana.

Ming: Por qué metió la cabeza ?

Lorraine: Porque estaba jugando, quiso mirar hacia la calle desde el primer piso,desde un gimnasio de kunfu que íbamos.

Ming: Y cómo sacó la cabeza ?

Lorraine: Le dijeron que no se pusiera nervioso y entre dos personas de a poco lo fueron sacando.

Ming (ríe) Eso fue peor que lo tuyo de recién.

Lorraine: Obvio. Amor cuando bajamos tomamos un taxi a casa.

Ming: Bueno.

(Bajan y esperan el taxi, Ming se sienta a mirar la película que transmitían en la tv, se corre más cerca de la ventana y la llama a Lorraine para que se acerque para ver mejor.)

Ming:  Vení mi amor más acá, así ves mejor.

Lorraine: No, porque está la ventana abierta y da a la calle y ya es tarde, además acá no hay nadie atendiendo.

Ming:  Y qué tiene que esté la ventana abierta ?

Lorraine: Que acá tengo pared que me protege, así no me sacan mi bandolera.

Ming:  Ah no me dí cuenta.

Lorraine: Ya lo sé. Ahí viene el taxi.

Ming : Entra mi amor, yo voy del otro lado.

(Suben al taxi y finalmente llegan al departamento, cenan y se acuestan a dormir.)