lunes, 10 de marzo de 2014

Volviendo a querer a mi suegra :


Algo en mi está cambiando nuevamente. Somos sujetos cambiantes.
Siento que quiero a mi suegra nuevamente, a pesar de que tenga una personalidad frontal.
Los primeros 5 meses nuestra relación nuera-suegra fue genial.
Luego precisé poner limites respecto a su hijo y nosotros.
Mi amado y yo iniciamos sesiones de psicoanálisis, porque no sabíamos cómo manejar la intervención de su mamá en nuestros tiempos.
Esos meses, casi 3, fueron fatales. Ya que yo desperté y noté que habían muchas cosas que no estábamos haciendo bien. Sobretodo mi amado, necesitaba cortar un poco con la relación materna.
Ella sufrió mucho el despegue. Pero aprendió y está aprendiendo a no depender tanto de la presencia de su hijo.
Tuvimos muchas discusiones con mi pareja por éste asunto de tiempos.
La semana pasada algo en mi empezó a cambiar, me dí cuenta que conviene aceptar las distintas personalidades, a pesar que no sean las mejores, uno quisiera que tal persona cambiara, sin embargo lo mejor es empezar uno mismo a cambiar y tener una visión distinta acerca de los demás.
Nosotros vamos al psicólogo porque somos conscientes de que precisamos modificar conductas,  necesitamos cambiar nuestras actitudes. Pero quien piensa que no necesita cambiar, nadie puede hacer nada para ayudar.
"Hablar es una necesidad, escuchar un arte."
Mi suegra y yo en realidad somos en algún punto parecidas. La psicóloga dijo que por eso algunas actitudes de ella me resultan un poco chocantes.
La semana pasada desde que puse de mi tiempo y voluntad para conseguirle departamento, fue así que mi mente empezó a cambiar, comencé a sentir alivio por el sólo hecho de ayudarla.
Mirábamos diarios y avisos por internet con su hijo, inclusive algún que otro cartel en un negocio. Pero lo mejor fue hacer una oración por ella y pedirle a mi mamá que también orara para que ella encontrara alquiler en pocos días, ya que había tenido un problema con la administración y estaba obligada a dejar el departamento tras haber recibido una carta documento.
Ésta situación la estaba enloqueciendo. Ella había empezado a pensar en su muerte.
Ése día mientras su hijo estaba con ella,yo le hablaba con el celular, tuve que ser un poco dura con ella. Quedó más tranquila.
Al otro día encontré en una red social, un departamento en alquiler, su dueño, el papá de una amiga, no pedía garantía. En menos de una hora de haber sido publicado ya habían 6 interesados.
Éste departamento quedaba cerca de casa, no me importó.
La llamé a mi suegra, fui muy clara, le dije : " Por favor llama al dueño ahora, si es posible anda a ver el departamento hoy, si te gusta reservalo hoy, porque ya hay 6 interesados y éste tipo de alquileres con dueño directo vuelan. "
Para mi sorpresa hizo como le sugerí y a la noche me enteré de la novedad. Yo misma no lo podía creer. Me sentí impactada por el poder de mis palabras.
A partir de allí, empecé a volver a pensar en el bienestar de ella. Y en cómo ayudarla, ya que no quiere ir al psicólogo. Al menos pienso que debo tenerle paciencia. Lo cierto es que la volví a querer.
Ella se sintió tan agradecida, que no deja de regalarme cosas y lo mejor que me obsequió fue una olla de aluminio de marca conocida, de mucho valor económico. Esto me dió voluntad de hacer platos nunca hechos.
No soy de lo mejor en la cocina pero aprenderé.