Elegí Titania tras leer a Shakespeare, en Sueño de una noche de verano, Titania era la reina de las hadas, mas allá que mi segundo nombre sea Tania y en la oficina alguien me bautizó como Titania, no soy ninguna reina. Este blog contiene relatos, algunas biografías, una novela, actos de obras de teatros, decretos, trabajos de facultad, diálogos filosóficos, religiosos, todos verídicos, excepto los sueños fantásticos.
viernes, 27 de diciembre de 2013
Demasiado amor :
Cada vez que no me elegís o priorizas, se me parte el corazón.
Llegué a tener reacciones impensables con vos.
Pienso cada vez que pasan esas situaciones, ya no quiero más desgastar mi espíritu intentando convencerte.
Sólo quiero ser pacífica y morder mi lengua antes de que mis nervios exploten y te vuelva a alterar.
Me doy cuenta que nuestros arreglos establecidos, te cuesta ponerlos en práctica, pareciera que te olvidas de lo hablado.
O te domina el temor absoluto respecto a un tercero.
Paso horas sin dormir planteandome como decirte las cosas de modo convincente sin enervarme. Intentando no llegar a hastiarte.
Hoy a la madrugada pensé que no era conveniente para mi salud psicológica seguir adelante con vos, sí soy yo la única que debe enfrentar los obstáculos.
Si se me deja sola haciendo esto, entonces no somos pareja.
Me planteé cuánto te quería.
Me planteé cuánto me amabas.
Me planteé que elegís para tu vida.
Y que elijo yo para mi vida.
En el insomnio enfermizo sigo dándome cuenta de cuanto te amo .
Yo que me creía la única sana de ésta relación, me dí cuenta anoche que procedí como suelen actuar los insanos, con nervios alterados y cohersión.
Así que la cordura me abandonó unos minutos. Agonía extrema sufrimos ambos.
Cómo se cura el alma ?
Cómo se logra encontrar la paz mental ?
Si ahora me dí cuenta que necesito dominio propio sobre mis actos.
Planifiqué terminar todo para no enfermar más, volver a la paz sería perder tu amor. Perder tu amor sería perder un tesoro.
Sólo por no saber frenar impulsos, no me pareció esforzado ni justo de mi parte ya que me considero persona racional y totalmente sincera.
La guerra mental terminó, la paz se asomó y estará aquí unos momentos más. Pero necesito que haya más paz que guerra, la consecuencia de la guerra siempre es por pedidos de un tercero. Y hasta hoy no tenes el valor necesario para decir No a esos pedidos.
Cuando la locura desplaza a la cordura y existe riesgo de dominación mental, hay que poner distancia.
Qué tipo de distancia ?
Alejarse de la persona o no llegar a la misma situación enervada.
La mayoría elige no enfrentar más el problema, cuando en realidad se puede enfrentar la situación sin llegar a la artillería pesada optando por la calma o pacificandóse a uno mismo para no alterar al otro . Lleva horas o años lograr el dominio propio para no ofender. Si tan solo Dios me ayudara y yo me dejara ayudar por el, obtendría algo de paz emocional y lograría seguirte y no dejarte jamás.
a M.R.
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