Elegí Titania tras leer a Shakespeare, en Sueño de una noche de verano, Titania era la reina de las hadas, mas allá que mi segundo nombre sea Tania y en la oficina alguien me bautizó como Titania, no soy ninguna reina. Este blog contiene relatos, algunas biografías, una novela, actos de obras de teatros, decretos, trabajos de facultad, diálogos filosóficos, religiosos, todos verídicos, excepto los sueños fantásticos.
miércoles, 4 de diciembre de 2013
Yo renuncié al puesto (historia real) :
Tenía 20 años, trabajo que conseguía, era trabajo que mi mamá me hacia renunciar alegando que el sueldo era poco.
Después de trabajar como mesera en la ex Pizza Hut, entré como moza en una pizería del barrio de barrancas de Belgrano.
La pizería se llamaba : Pizza Dany, quedaba sobre la calle Montañeses y cerca de Sucre, a dos cuadras de mi casa.
Eran sólo 4 horas de trabajo, en aquel año, 1998, me pagaban 10 pesos o sea casi un dólar por día.
El trabajo era de lunes a viernes.
En ese entonces yo era una ferviente cristiana pentecostal.
La dueña, Olga, era una mujer muy amable y generosa.
Su marido y su hijo atendían negocio los fines de semana.
Éramos 4 empleados, un cocinero, un ayudante de cocinero, un chico cubano para el delivery y yo era la moza.
Sucedía que yo me había acostumbrado a la otra pizería, pizza Hut, dónde las porciones que quedaban de pizza,etc, se debían tirar.
Entonces antes de retirarme pasaba por la cocina hablaba con el cocinero y me llevaba algunas porciones. Creyendo que era algo normal.
Después me dijeron que sí se vendían porciones de una pizza y sobraban algunas, las guardaban para vender. Así que dejé de llevar porciones a casa.
Todos los días antes de ir a trabajar oraba para que viniera cierta cantidad de personas. Y generalmente así sucedía.
La dueña cada tanto me preguntaba, cuántos van a venir hoy Lore ? Yo le decía y acertaba.
Teníamos permitido comer lo que quisiéramos, pero yo por mi escasa edad y poca experiencia, me descontrolaba.
Pedía platos elaborados, como pollo al champignon con papas noisette y el cocinero lo hacía.
Iba a la heladera y comía un poco de queso fresco, dulce de membrillo o batata, alguna banana, pero lo que más me gustaba era una pasta de mayonesa, ricota y queso roquefort que hacían para untar en el pan.
Siendo muy joven y delgada,comía en demasía.
Un día hubo una reunión con los empleados y la dueña, por la cantidad desmedida en gastos de comida.
Denis, el chico del delivery, un cubano, dijo : Es Lore la que se come todo.
Yo no respondí nada ante ésa acusación.
La dueña preguntó uno por uno si estábamos de acuerdo con la nueva medida de acortar gastos de comida.
Cuando fue mi turno dije " Yo renuncio ". Ya que encontré una excusa para dejar ése trabajo.
En realidad la que me torturaba psicológicamente para que lo dejara era mi mamá. Me tenía cansada.
Yo era muy joven y sumisa.
Le hice caso porque creía que sí no lo hacía estaba siendo una mala hija, o sea desobediente.
Era muy sumisa ya que en ésa iglesia enseñaban que debíamos ser así.
Ella a veces protestaba porque yo no conseguía trabajo y cuando los conseguía me los hacía dejar.
En ésa iglesia enseñaban que si no se tenía un sueldo alto, no éramos verdaderos hijos de Dios, ya que debíamos ser más prósperos que las demás personas para marcar diferencias, entre hijos de Dios y criaturas de Dios.
Así que mi mamá creía que actuaba bien conmigo, dándome buenos consejos u órdenes.
Respecto al sueldo que cobraba en esa época, por mi edad y por esa cantidad de horas, no estaba nada mal. Inclusive Olga aumentó la plata por esas horas, tras habérselo pedido.
Tras haber dicho yo renuncio en la reunión, todos los presentes alrededor de la mesa se quedaron en silencio mirándome. No entendían el por qué. Creían que era porque me estaban sacando la comida. Pero no era por eso.
Sé que decepcioné a Olga como persona , yo era muy querida por ella.
Nunca le pude decir la verdadera causa.
La realidad era que yo me sentía muy bien y muy cómoda con dicho trabajo. Me encantaba, de hecho adoraba a Olga, era y debe seguir siendo una excelente persona.
Dedicado a mi amiga Ucraniana Olga.
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