A los 19 años deseaba casarme con un pastor, pero mi camino tomó otro rumbo. Cambié de denominación eclesiástica y me casé con un miembro de iglesia, después de casi 10 años, nuestro matrimonio terminó, el ya no me amaba más, dijo que yo no era la persona que el habia conocido.
Pasó un año y conocí otro hombre, muy noble, con el cual convivo hoy en día. El era muy reservado pero ahora está en proceso de cambios de carácter. Yo también puedo decir que últimamente es otra persona, ya no se calla.
Las personas cambian y se van asemejando a sus parejas o con aquellas personas que pasan más el tiempo.
Hoy no diría ya no te quiero, porque cambiaste, o no sos el mismo. A pesar de que uno se chasquea.
Uno elige todos los días si quiere seguir amando a su semejante.
Pero hoy tengo un vacío y no es de amor de hombre, es de vacío espiritual, necesidad de amar a Dios y querer vivir para el, como cuando tenía 19 años.
Elegí Titania tras leer a Shakespeare, en Sueño de una noche de verano, Titania era la reina de las hadas, mas allá que mi segundo nombre sea Tania y en la oficina alguien me bautizó como Titania, no soy ninguna reina. Este blog contiene relatos, algunas biografías, una novela, actos de obras de teatros, decretos, trabajos de facultad, diálogos filosóficos, religiosos, todos verídicos, excepto los sueños fantásticos.
martes, 10 de marzo de 2015
Necesidad espiritual :
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario