Transcurre en un conocido restaurante de zona norte, en Olivos, sobre la Avenida Maipú. Un matrimonio y su hijo van a merendar. La recepcionista les abre la puerta.
Recepcionista:
hola, adelante: ¿Pase sanitario?
Ella: no, no
tenemos. ¿Ya salió la Dispo?
Recepcionista:
¿Qué?
Ella: ¿La
disposición?
Recepcionista: ah,
no, no es obligación, pero a mí me lo hacen pedir.
Entran y como queriendo escapar de la
situación incómoda, se van al primer piso y pasan al sanitario.
Camarera: ¿les
dejo la carta o ya tienen pensado que van a ordenar?
El: un té
saborizado con 3 medialunas de manteca. ¿Y vos mi amor?
Ella: un mate cocido
con leche, pan con mermelada y queso crema.
Camarera: no
tenemos mate cocido.
Ella: bueno,
entonces un té con leche.
Camarera: nos
quedamos sin té. Te puedo traer té saborizado.
Ella: es que no sé
si sabe bien té saborizado con leche, bueno, sino hay otra opción, me quedo con
el té saborizado. Y para mi hijo, un agua saborizada de naranja, frutos rojos, y
durazno con una factura de crema pastelera.
Camarera: nos
quedamos sin el almibar, así que no podemos preparar ninguna saborizada. Les
puedo ofrecer licuado de banana, multifruta ,durazno y naranja, con o sin
leche.
Ella: un licuado
de banana con leche por favor.
Cuando la camarera les trae el pedido, se
dan cuenta que en medio de todos los saquitos de té saborizados, había un té
negro, pero ella ya se había ido. En la mesa contigua un grupo de mujeres
sexagenarias pedía té y la camarera les daba la misma repuesta.
El: encontré un té
negro, ¿Lo querés mi amor?
Ella: ¿En serio,
encontraste uno? ¡Qué bueno!, le voy a avisar a la camarera.
Ella levanta la mano y la camarera se
acerca.
Camarera: ¿Cómo
estuvo todo?
Ella: estuvo bien,
quería avisarte que en medio de los saquitos de té saborizados, había un té
negro, así les podés ofrecer a los clientes que te lo pidan.
Camarera: gracias,
me salvaste, ya mismo voy a ofrecerlo.
El: ¿Nos traes la
cuenta por favor?
Camarera: ya se
las traigo.
Habiendo comido bien, se van satisfechos del lugar, pese a la incomodidad del principio y a la falta de mercadería.